Desde no hace más de 15 años, existe una filosofía o una metodología del marketing que aboga por desarrollar estrategias de atracción para los usuarios a través del aporte de valor. En otras palabras, y tal y como recoge el CEO y cofundador de InboundCycle, Pau Valdés, con el Inbound Marketing se pretende:
“Contactar con personas que se encuentran en el inicio del proceso de compra de un producto determinado. A partir de aquí, se les acompaña, mediante el contenido apropiado para cada una de las fases del proceso de compra y su perfil, hasta la transacción final, siempre de forma “amigable”. Y, posteriormente, se les fideliza”.
En esta concepción del marketing digital, el desarrollo de estrategia de contenidos será principalmente online. Además, esta planificación pasará, no solo por atraer al público objetivo mediante un buen contenido que le aporte valor, si no, y no menos importante, por articular estos contenidos para que sean amigables para el posicionamiento SEO de Google.
Con todo, se habrá conseguido que el usuario encuentre el contenido fácilmente. Una información de calidad, que le emociona y le aporta una satisfacción que va más allá del mero hecho de la compra.
Un buen ejemplo de este tipo de mecanismo es la estrategia que venía usando Superbritánico para sus envíos. Esta empresa aprovechó la campaña de Navidad de 2019 para enviar una felicitación a sus compradores que incluía un sobre de té negro inglés. Lo que supone, por un lado, un gasto mínimo, por otro, una representación de la marca, y finalmente, un deleite adicional a la adquisición de una nueva camiseta o agenda, que puede provocar una nueva compra, o, como poco, una recomendación. Para el Inbound Marketing la compra no es el fin del proceso sino el principio de la relación con el cliente.